Pollo relleno de alimentos variados

Ingredientes:

Un pollo hueco
Otro pollo no hueco (por si no los vendieran huecos y tuviéramos que ahuecarlo nosotros mismos sin la ayuda de Dios)
Un limón
Especias de Toledo (no es imprescindible ir allí a por ellas, si tenemos algún familiar o conocido por allí, que nos las mande por mensajería urgente)
Aceite de cocinar pollos rellenos.
Dos patatas
Un pimiento grande (también valdrían dos pequeños o tres aún más pequeños, no se aconseja que sean de padrón no vaya a ser que nos toque en suerte uno de esos que a veces pican)
Alimentos variados ( Imprescindible que sean comestibles )
Sal común
Ajos
Tomate frito (asegurarse antes que verdaderamente está frito)
Un ahuecador de pollos (sobran aclaraciones)
Un potro ginecológico tamaño pollo
Visor de rayos x para comprobación de ahuecado
Guantes de cirujano
Mascarilla de oxígeno
Botella de vino
Toda una vida por delante

    Os recomiendo meticulosidad y paciencia en la elaboración de este suculento plato.

Pre - elaboración:

No hemos tenido suerte, en el mercado no había pollos huecos y hemos tenido que comprar un pollo relleno con todas sus vísceras naturales. Vemos que ni han tenido el detalle de quitarle la cabeza. Esto nos acarreara más faena y tiempo, pero no importa, estamos preparados para estas adversidades.

    Lo primero que deberemos de hacer una vez que comprobemos que el pollo está muerto, será separar esa cabeza del resto del cuerpo. Si fuese una labor imposible de realizar porque somos demasiado sensibles para sesgar una cabeza de esa cruel manera, no ponerse nerviosos, le dejamos la cabeza porque a nosotros lo que realmente nos interesa es el resto del pollo. Seguidamente cogemos el pollo y lo ponemos en el potro ginecológico para pollos. Lógicamente lo colocaremos en posición ginecológica y le ataremos las patas en el lugar indicado para ello, ya que si no le atáramos la patas, éstas se le caerían por efecto de la gravedad, no de la gravedad del pollo que ya más grave, el pobre, no puede estar; me refiero al efecto de la gravedad de la tierra, y esto nos impediría efectuar correctamente el proceso de ahuecado.

    Una vez todo listo y como no sabemos cómo se utiliza el ahuecador de pollos, procederemos a hacer una pequeña incisión en la zona genital del pollo para comprobar que no sangra. Si no sangra y aunque nos dé lástima, la incisión deberemos hacerla con la longitud suficiente para poder meter la mano y extraer todas las vísceras. Antes de esto nos habremos colocado la mascarilla de oxígeno pues es muy probable que el olor que emane de esas vísceras sea insufrible. Pero si aún con mascarilla y todo, no podemos soportarlo, no tendremos más remedio que aguantar la respiración durante este proceso.

    Seguramente, cuando hayamos conseguido extraer todas las vísceras estaremos al borde del sincope, es aconsejable en este momento no ser excesivamente impetuoso y tomarnos unos segundos para reponernos antes de continuar.

    Ya tenemos el pollo hueco o por lo menos nada hay que nos indique que algún órgano se ha quedado por ahí camuflado. La luz de la linterna de rayos x, previa invasión de la intimidad del pollo, nada muestra a excepción de la carcasa.

    El siguiente paso es crear de la nada el relleno que deberemos introducir con meticulosidad en el interior. Puede surgir algún tipo de complicación con la cabeza del pollo que no nos atrevimos a cortar. Nos parecerá que nos está mirando. No pasa nada, no preocuparos, ponerle una venda en los ojos, así se os quitará ese sentimiento de culpa.

    Ahora queda la parte más creativa de la elaboración de esta receta. Llega el momento de confeccionar el relleno con todos los ingredientes arriba reseñados que supongo que ya habréis preparado.

    Cogemos el limón y lo partimos en dos mitades, una mitad se quedará a cada lado de un centro imaginario formado por un espacio vacío. Con una de las partes hacemos un zumo y lo dejamos reposar encima de la mepansa para que no nos coja ningún olor. La otra parte del limón la tiramos ya que no nos hace falta para nada. A continuación cogemos un cuenco y echamos las especias de la vecina (no ha dado tiempo a que nos envíen las de Toledo), dos o tres ajos ya pelados y aceite, y con un mortero, mortearemos enérgicamente todo hasta que lleguemos a conseguir hacer ajo aceite de especias que pudo ser de Toledo pero que milagrosamente se ha transformado en ajo aceite de la vecina. El aceite deberemos echarlo poco a poco según vayamos viendo la consistencia para que no se nos corte.

    A continuación, pelamos las patatas y las freímos usando para este menester el aceite de cocinar pollos rellenos. Esto se hace para que las patatas ya vayan cogiendo el sabor a pollo antes de encontrarse dentro de él.

    ¡Vaya por Dios!, nos queda el pimientito de las narices, bueno es igual, ya le encontraremos alguna utilidad. Cuando ya estén las patatas fritas, y eso lo sabremos, no porque hagan ostentación de una pancarta en la que diga "ya estamos fritas" no, nos daremos cuenta porque ni estarán crudas ni cocidas. Ahora haremos un puré con ellas contando con la inestimable intervención de la minipimer y le echaremos dos cucharaditas de Tomate, también frito (para que no desentone), es importante que el puré no esté muy líquido.

    Después de este estrés nos sentamos un ratito para descansar y nos tomamos un vasito de vino en espera de que todo lo que hemos hecho vaya cogiendo sus aromas y sabores correspondientes.

    Ahora toca revisar todo lo que tenemos para aclararnos:

1º Tenemos por un lado el zumo que sigue tranquilo encima de la mepansa.
2º Tenemos el ajo aceite de especias que pudieron ser de Toledo pero que es el de la vecina.
3º Tenemos el puré de patatas fritas
4º Tenemos el pimiento incordiador.

    Bien, pues ahora cogemos el ajo aceite y lo envolvemos con sendas lonchas de jamón de york. Usaremos tantas lonchas como ajo aceite hayamos hecho. Es preferible que nos sobre alguna loncha de jamón york, ya que así se puede aprovechar para usarlo de tapa mientras nos echamos otro vasito de vino.

    Ahora, con mucho sigilo introduciremos en el interior del pollo las lonchas que envolvimos intentando ponerlas en perpendicular con relación a la parte genital del pollo, hecho esto, utilizaremos el puré de patatas fritas y taponaremos la incisión que efectuamos en el pollo para que no se salga el contenido de su interior durante la larga cocción a la que se tendrá que enfrentar. Tras comprobar que el taponamiento que hemos hecho tan artesanalmente se ha solidificado y no tiene goteras, cogeremos el zumo de limón, y ayudándonos de un cuenta gotas, le echaremos tres gotitas de limón a cada sobaco del pollo, así le daremos más sabor al exterior del pollo.

    ¡Ya está todo listo!. Sólo queda meter el pollo relleno en el horno. Si al introducirlo nos percatamos de que no cierra porque la cabeza del pollo lo impide, aplicar la presión suficiente para que el horno cierre y la cabeza se quede fuera.

    Como al final no sabemos qué hacer con el pimiento, pues lo dejamos al lado del pollo dentro del horno que algo hará. Ponemos el horno a 180º y esperar a que el horno nos avisé mediante una explosión que todo ha acabado.

Servir en la mesa como se pueda.

 

Safe Creative #0909054370261

Todos los derechos reservados

© 2014 Todos los derechos reservados.

Crea una web gratisWebnode