Querido diario sexual, ¿Cómo estás? Hace tiempo que no te tenía enfrente de mí. No temas ni sientas pudor. Ven conmigo. No te escondas de mí por favor. Sé que la falta de costumbre te ha hecho tenerle un pánico atroz a la luz de nuestra mesita de noche, y que prefieres permanecer encerrado en tu oscuro cajón de siempre, en el que te sientes a salvo, seguro, y protegido. Pero ven que hoy es una noche especial para nosotros ambos dos ¿Cuánto tiempo llevamos juntos querido diario sexual?, la tira de años ¿Verdad?, y sigues casi tan inmaculado como el primer día. Apenas he escrito nada sobre tus sensuales hojas. Pero yo no tengo la culpa querido diario. Soy inocente. Las culpables de todo son las féminas del mundo a las cuales de un tiempo a esta parte no les hago mucho tilín que digamos. Sé que te habrás preguntado muchas veces por qué ha tenido que ser precisamente a ti a quien decidiese utilizar como diario sexual.
Querido diario sexual, a esta pregunta sólo puedo contestarte que no es por haber querido infringirte un daño gratuito irreparable, no, no pienses eso. Tú estabas en el momento preciso en el lugar indicado. Pudiste salir por patas, en este caso por hojas, cuando me viste acercarme a ti.
Querido diario sexual, cuando te adquirí lo hice con la profunda convicción de que íbamos a pasar muy buenos ratos juntos contándonoslo todo. Ya te noté reacio cuando te envolvieron en papel cuché de regalo para traerte conmigo. Pensé que a lo mejor era diferencia de caracteres, pero que el cariño que te iba a demostrar iba a poder con todo. Iba a derribar barreras. Desgraciadamente no ha podido ser así. No te quepa la más remota duda que yo he hecho todo lo humanamente posible por dejar sin existencias de bolígrafos a la librería de la esquina, pero aquí sigo con mi boli bic cristal que escribe normal que compré junto contigo.
Querido diario, sé que envidias a tu hermano pequeño y que miras al cielo suplicando un milagro cuando ves cómo sus hojas se van llenando y llenando de letras. Pero no pienses en eso. Piensa que en él normalmente no escribo nada más que intrascendentes gilipolleces dignas de mí. Que si me gusta Sara. Que si me ha parecido ver cómo Susana me ha guiñado un ojo. Que sí el dentista me ha dado mucho por la trastienda cuando invadió el interior de mi boca (se entiende que con el instrumental quirúrgico) Que cómo coño se hará una paella. Que cómo no sabía hacerla he tenido que comprar pollo precocinado y no he invitado a amigos para que no vean lo mal que cocino. En fin querido diario sexual, que sepas que verdaderamente el importante para mí eres tú. Siempre te valoré más que a tu hermano aunque en ti tan sólo haya escrito algunas breves reseñas de actos sexuales y siempre previo aporte económico de los servicios que me fueron realizados, o de alguna que otra esporádica masturbación en mi solitaria habitación en penumbra donde las luciérnagas no se atrevían a entrar por si las mosquis confundían destellos.
Podía haberme inventado lo que siempre desee. Nunca te lo dije querido diario sexual, pero lo que siempre deseé fue hacer el amor con esa compañera de oficina que siempre me tuvo loquito, y también cepillarme a esa otra que tantos desprecios me hace mientras me suplica casi de rodillas que la haga mía. Tú no te hubieses enterado de mis mentiras querido diario sexual. Pero no puedo ni engañarte a ti ni engañarme a mí mismo. No sería honesto por mi parte. En un diario sea sexual o no, siempre se escribe realmente lo que te ocurre, y no lo que desearías que te hubiese ocurrido. Quizás sí que para que no te aburrieras podía haber escrito algunas cosas que realmente pasaron, pero de qué hubiese servido escribir sobre ti mis escasa relaciones con la mujeres sin final feliz, ¿Para recordarlo por toda la eternidad?, pues no querido diario, pues no. El gatillazo con María. El poco caso que me hacía Mónica. Lo mucho que me odiaba Verónica. Todo esto lo guardo en mi subconsciente, que por cierto bastante tiene. Debe estar repletito de sin sabores, y el día que se revele ya veremos qué hacemos.
En fin...quiero que me comprendas querido diario. Hoy voy a ser benevolente contigo y te voy a aliviar de tanto sufrimiento. Sabes que siempre te he querido. Por eso y como ya te he dicho, hoy es una noche especial para mí y quiero compartirla a solas contigo. Escribiré sobre tus páginas algo que me ha ocurrido y que nunca olvidaré, sí, no me mires con esa cara de incredulidad que es verdad. Es algo que no puedo contar a nadie más, y te lo cuento porque tú no hablas, y porque seguramente cuando acabe de escribir lo que me ha ocurrido te mandaré al carajo no vaya a ser que cuando yo ya no habite en este mundo te sientas tan solo que te quieras suicidar, o que caigas en las manos de mis inexistentes herederos y puedan leerte.
Querido diario sexual, cuando pases de estado sólido a gaseoso porque vas a arder como la tea, sé que será la noche más feliz de tu vida. Los dos saldremos beneficiados con esta solidaria acción. Yo no me sentiré hundido en la miseria cada vez que mire al cajón y sepa que estás ahí a la espera de recibir mis inexistentes experiencias sexuales habituales, y tú, ya por fin podrás volar libre para encontrarte con Gutenberg, tu enciclopédico Dios. Habrás pagado con creces tu deuda kármica, y cuando vuelvas a reencarnarte estoy convencido que pasarás a ser propiedad de algún guaperas de esos que hay que con sólo chasqueen los dedos tienen tres o cuatros mujeres dispuestas para el apareo.
Querido diario sexual, hoy me voy a explayar contigo. Normalmente lo único que pongo en tus escasas hojas escritas sabes que es casi siempre cerete en mi casillero de goles a favor. A las tías no les resulto últimamente atractivo, más bien todo lo contrario, y el caso es que tampoco creo haber perdido tanto como para eso. Para mi gusto incluso te diría que sigo igual de resultón que siempre, pero visto lo visto supongo que algún día se me extravió por el camino de la vida la chispa que siempre me caracterizó, y que tan necesaria es para conquistarlas.
Alguna vez sí que me han querido meter a mí un gol en contra cuando mi culo estuvo desasistido de protectores tabiques, pero no pude aceptar por arraigadas y profundas creencias heterosexuales.
Querido diario sexual, desde la implantación del Euro en la economía española, todo resulta más caro con el rollo ese del redondeo. Lo malo es que las meretrices habituales de mi prostituido entorno también han redondeado precios, y mi disponible para sexuales extras cada vez está más esmirriado, y no puedo permitirme ya esos alternes de algún lujo.
Te cuento entonces querido diario sexual. Hoy comentando cosas sobre internet, un compañero de oficina me ha dicho que él ha hecho alguna vez cibersexo, y que se lo pasó muy bien. Yo nunca había oído eso, pero la llamada de la selva ha llamado al timbre de mi puerta, y la innata curiosidad que siempre tuve ha hecho que previo vistazo por la mirilla le abra la puerta de mi hogar.
Parece ser que te conectas a un chat o algo así, y que ahí puedes practicarlo. Hay salas exclusivas para este tipo de servicios a domicilio. Así que pensé que si invertía la paga de Julio en un ordenador de última generación y con conexión a internet a través de ADSL podría desfogarme debidamente, y además, bastante más económico que las asistencias a night clubs de origen desconocido. Sí querido diario sexual, ya sé que las películas X son baratitas y que para desfogarse ante nulas relaciones humanas normales cualquier cosa sirve, ¡Pero hombre!, no es lo mismo, ¡Oye!, y que a falta de pan buena es una mano aunque sea la izquierda (por cambiar) en cuerpo propio. El caso es que hoy lo he probado. Esta mañana me trajeron el ordenador y me instalaron todo lo necesario para comprobar en mis carnes si eso que había oído era verdad.
Querido diario sexual, tan grabado tengo en la mente lo que ha ocurrido, que cuando empiece a escribir parecerá que lo esté volviendo a vivir y que se me ha fotocopiado hasta el pensamiento, pero es que me ha dejado mucha huella. Como sé que estarás impaciente, no demoro más mi relato de los hechos. Lo plasmaré en tus adentros como si en tiempo real me fuese introduciendo en ese ciber mundo de placeres sin fin.
Hechos acaecidos a partir de las 19:00 horas P.M. en un chat de cibersexo cualquiera
A ver, lo primero que tengo que hacer es buscar un chat de esos como me dijo mi ciber sexual compañero. Utilizaré un buscador que para eso están. A ver a ver, creo que en vez de poner chat escribiré directamente “cibersexo free” para asegurar, que luego no me pidan la Visa que nunca tuve, ¿Cómo?, ¿Cómo que si quise decir cibersexo a secas? ¡Pues no!, no quise decir eso, quise decir lo que dije ¡No te jode!, a ver si ya vamos a empezar con las ambigüedades. He dicho cibersexo Free, y quiero que salgan páginas de cibersexo Free buscador de los webs. Nada, que me dice que naranjas de la china. Que de free nada. Que lo intente en castellano. Bueno, a ver, pondré “cibersexo gratuito” ¿Otra vez que si quise decir cibersexo a secas? Que no coño que no, estoy que trino eh.
Bueno, no nos alteremos. No consumamos energías en balde que a lo mejor luego las echaré en falta si Dios pone algo de su parte. Haré caso a mi compañero de oficina y entraré en un chat de esos. Pondré Chat a ver si ahora no se queja el buscador éste tan delicado. ¡Vaya, menos mal! páginas de Chat a mansalva. Pincharé en ésta primera que por algo está en ese honorífico puesto. ¡OK! ya carga la página y me dice que elija una sala de chat de las disponibles:
Amor - Pues no, de amor nada.
Amistad - No, tampoco, los amigos para comer pipas.
Casados infieles - Que curioso...parece ser que casadas infieles no hay. Creo que por aquí vamos por buen camino, pero tampoco, que no hay que empezar dando datos innecesarios.
Menos de veinte - Demasiado jóvenes e inexpertas.
Más de cuarenta - Demasiado maduras y expertas.
Sólo chicas - Me huele a chamusquina.
Sólo chicos - Si cabe me huele a más chamusquina aún
Cibercafé – Uiiiiiii, casi, pero no, el café para las tertulias en el bar de la esquina. Pues no veo por ningún lado lo del cibersexo. ¡Joder, está esto para unas prisas!, a ver...aquí parece que pone algo rarillo.
Para acceder tiene que prometer para sus adentros por el niño Jesús de Andorra que es mayor de edad y que no vive con sus padres. Podían llevarse un gran disgusto si supiesen a qué se dedica su hijo por las noches. Cuando lo prometa pulse aquí.
Que gilipollez! Pulsaré aquí que seguro que es el sitio
No puede acceder. No ha prometido nada ni para sus adentros ni para sus afueras. No nos saque de quicio y prométalo de una puñetera vez.
Vaaaale, prometo para mis adentros que soy mayor de edad y que no vivo con mis padres
Escriba los dígitos que ve para que sepamos que no es un robot cibernético, y que es una persona real
¡Joder!, y qué es lo que pone...8hdj1 ole. Creo que es eso... a ver....
Dio en el clavo. Enhorabuena por haberse emancipado y no ser un hijo gorrón. Puede acceder inmediatamente, y allá Vd. y sus circunstancias actuales.
¡Voila! ¡Ya está! Sala del cibersexo. ¿Anda!, sale una ventanita que me dice que tengo que identificarme con un nick para acceder. ¿Un nick? ¡Ah!, ya recuerdo, mi compañero me dijo que él se ponía como una especia de apodo. Pues no sé qué apodo podría ponerme. Me ha pillado esto fuera de juego y no sé me ocurre ninguno. Lo que sí tengo claro es que debe de ser muy original. Empecemos por ejemplo con alguno en plan selvático que pegará mucho con lo del cibersexo, “Orzowei” creo que ese irá bien, ¿Qué?, ¿Cómo que ese nick ya está siendo utilizado por otro usuario? ¿Quién se ha atrevido a quitármelo? Bueno está, a ver qué tal con “Sandokan”. ¡Anda andaaaa!, éste también está siendo utilizado por otro usuario. Bueno, no nos desesperemos y vayamos por otros derroteros. A ver qué tal los nicks cósmicos. Vamos, que no creo yo que “R2D2” se le haya ocurrido a nadie. ¡Pues sí!, sí que se le ha ocurrido a alguien. La saga de las galaxias está pillada al completo, ni “R2D2”, ni “C3PO”, ni “Obiuankenobi”, ni “Chewaka”. ¡Ya está!, me pondré “Indómito” jeje. ¡Menos mal!, indómito no lo tiene nadie. Pero qué poco original que es aquí el personal! claro, ahora la sangre la tienen toda en otro sitio y sus cerebros viven en la más absoluta penumbra.
Bueno, pues supongo que ya estoy dentro aunque no lo sé porque esto está completamente en blanco y más parado que mi jubilación. Lo que está a la derecha deben de ser los nick. Sí, ya veo por ahí a Orzowei y compañía, ¿Qué habrá que hacer ahora? A propósito, hay algunos nicks que también se las traen eh, “Duroatodashoras”. ¡Ya! las ganas que tienes tú de estar duro todo el día, “Pendóndesorejado” ¡Cóño! “TelocomiatodoBCN”, nick impersonal. Puede ser tío o tía. Mucho cuidadín al respecto, además puede estar cabreado o cabreada por lo del statút. “Bájatealpilón39”, nick sin especificaciones concretas. Nada dice sobre qué tipo de pilón nos espera si hay bajada de por medio. Puede ser pilón femenino o masculino, cuidadín también, “Devorahombres25”¡Ojo!, no olvidar, seguramente es tía pero desconfiar de la edad. “Empalmadocam”, fijo que es tío, olvidar cuanto antes, puede ser un duro rival. La competencia está asegurada, “Succionadora”, aquí no hay dudas, es tía y se ha delatado sobre sus gustos sexuales. Apuntar en block de notas de windows, o cuando tenga el messenger ese en contactos. En el móvil no por si se me olvida en casa. “Masturbandoatusombra” ¡Hay que joderse! Éste da hasta repelús.
Creo que me mantendré a la expectativa y ojo avizor a ver qué es lo que ocurre.
Tarari, tati, tati....MmMm...MmMm. Llevo ya media hora y aquí no pasa nada. La pantalla sigue tan blanca como siempre y nadie dice nada. Creo que la inversión en el ordenador no ha merecido la pena, mejor lo apago y me dejo de estupideces, esto es un rollo.
¡Vaya!, ahora que me iba, empiezan a salir letras.
Orzowei – Hola, Buenas noches
Bájatealpilón39 – Hola Orzowei, buenas noches.
Sandokán – Hola
Pendóndesorejado – Hola tigre.
Indómito – (Pues diré yo también hola a ver qué pasa) Hola
Orzowei . Hola Indómito
Bájatealpilón39 – Hola Indómito
Sandokán – Hola Indómito
Pendóndesorejado – Indómito Hola
Indómito – Hola a todos (Y ahora qué)
Orzowei – Adiós, buenas noches.
Bajatealpilón39 – Adiós Orzowei, buenas noches.
Sandokán – Adiós
Pendóndesorejado – Adiós tigre
Bájatealpilón39 – Adiós Orzowei.
Indómito – (Anda coño, ahora se va) Adiós Indómito (Joder, que indómito soy yo. Con tantos holas y adioses me estoy haciendo un lío, ¡Qué jolgorio de cibersexo!)
Bájatealpilón39 – Adiós Indómito.
Sandokan – Indómito Adiós
Pendóndesorejado – Adiós Indómito adiós.
Indómito – Que no, que indómito no se va.
Sandokan – ¿Ah no?
Pendóndesorejado – ¿Ah no?
Bájatealpilón39 - ¿Ah no?
Indómito – No
Pendóndesorejado – Bueno, qué os contáis chicos
Bajatéalpilón39 – Pues nada, aquí que estamos.
Sandokán – Nada pues, que estamos aquí
Indómito – (Ya lo sabía, el del pilón es un tío y el pendón es tía) – Pues nada pendóncete, por aquí a ver si hacemos cibersexo, con perdón lo de pendoncete eh, que no quiero faltar (¿Y esta alegría que observo será así siempre?, a ver si me he equivocado y he entrado en CiberCamiloSexto) (Por cierto que hay nicks por ahí que están muy calladitos ¿Qué harán?, creo que ya tengo suficiente, me piro)
Privado de Silvia
Silvia – ¡Hola cariño!
Indómito – (Coño qué susto) ¿Es a mí?
Silvia – Sí claro, es a ti, a quién va a ser si no, no ves que estamos en un privado
Indómito – ¿Privado?
Silvia – Sí indómito, privado, ahora no nos puede ver nadie.
Indómito - (Que nervios.... qué digo.... no atino con la teclas) ¡Kola!
Silvia - ¿Kola?
Indómito – ¿Kola?
Silvia – Sí, has puesto Kola
Indómito - (¡Uis, pues es verdad), , quuería decirr Jola
Silvia - ¿Jola?
Indómito - ¿Jola?
Silvia – Sí, eso acabas de poner.
Indómito – (Joder, por qué no se estarán quietecitas las teclas) Es que tengo el teclado mal (¿Se lo habrá tragado?)
Silvia – ¿Estás nervioso?
Indómito – (Pues no se lo ha tragado) Sí, un poco.
Silvia - ¿Eres nuevo aquí?
Indómito – Sí, y ¿Tú?
Silvia – No, que va, llevo algún tiempo haciendo esto.
Indómito – ¿Ah sí?
Silvia – Sí.
Indómito – Pues mira que bien (Qué nervioso que estoy)
Silvia – ¿Quieres que hagamos entonces cibersexo?
Indómito – (Joder que directa que es, no tengo palabras)
Silvia - ¿Estás ahí indómito?
Indómito – Sí, sí que estoy ¿Decías?
Silvia – Que supongo que has entrado aquí para hacer cibersexo. Eso leí en el general ¿no?
Indómito – (General será lo de los holas y adioses) Sí claro, pero es que no sé por dónde empezar y tampoco esperaba que fueses tan al grano.
Silvia – ¿Y a qué hay que esperar? ¿A que me invites a comer y me presentes a tus padres?.
Indómito – (Anda que cachonda la jodia) No, tampoco es eso. Pero yo nunca he hecho esto y me da un poco de corte, ¡Qué pensarás de mí! (y que un poco de corte, me están entrando hasta ticks en los pelos del sobaco)
Silvia – No te preocupes y déjate llevar. No pienso nada sobre ti. Para entrar en ambiente dime cómo eres (y que no pienso nada sobre él, cuando está aquí ya me contarás)
Indómito - ¿A qué te refieres? ¿Qué si soy buena persona?
Silvia – Pues no, no me refiero a eso. Para qué quiero saber si eres buena persona si lo que vamos a hacer es cibersexo, que no vamos a rezar majete..
Indómito – Mujer, era para en caso de decirte que sí soy buena persona te sintieses más a gusto.
Silvia – Más a gusto me sentiría si me hubieses dicho que eres un chico malo.
Indómito – (Anda que no tiene ésta tiros pegados) Entonces te refieres a....
Silvia – Sí, claro, me refiero a....¿Cómo eres de aspecto físico? (Seguro que me dirá lo de siempre, alto, rubio, musculoso, y de ojos azules).
Indómito – (A ver qué le cuento a la colega, como le diga que soy moreno, talla estándar, ojos marrones, y que lo único que tengo musculosas son las intenciones, la hemos cagado) Ejem ejem...., pues soy alto, rubio, musculoso, y de ojos azules.
Silvia – (Ves, ya lo sabía, en fin...) Mmmmmm, ¡Qué bien!
Indómito - ¿Mmmmmm?
Silvia – Sí Mmmmm, eso es una exclamación sensual como diciendo “Te comería” o algo así.
Indómito – Ahhhhhhh, Mmmmmm= Me comerías....
Silvia – Sí...bueno....ya te digo, algo así.
Indómito – (Jeje, entonces se ha creído lo de cómo soy), Silvia, y tú cómo eres (Seguro que me dirá que es morena, pelo largo, ojos negros, cuerpo de escándalo, y muy cariñosa.... con el tópico ese de que las rubias son tontas...)
Silvia – (Qué esperará que le diga, si le digo la verdad, que soy rubia, ojos claros, cuerpo de escándalo, y muy cariñosa. Con eso de que las rubias somos tontas...le diré un cuento chino, de todas formas le diga lo que le diga no se lo creerá), Pues soy morena, pelo largo, ojos negros, un cuerpazo y muy, muy cariñosa.
Indómito – (Pondré yo también eso de Mmmmm) Mmmmmm, me encantan las morenas (Lo mismo es una vaporeta calva, pero bueno, la imaginaré como me dice)
Silvia – ¿Cómo tienes el asunto?, que eso es importante
Indómito - ¿Laboral?
Silvia – ¿Laboral?, no, tus deducciones del IRPF no me interesa. Me interesa otra cosa que tienes.
Indómito – Umm, pues no caigo ahora en que puedo yo tener que te interese.
Silvia – Indómito, me refiero a que cómo la tienes.
Indómito – (Vamos, no creo que se refiera a lo que estoy pensando) ¿Cómo tengo la qué?
Silvia – Pues que va a ser, tú cosa, ¿Cuántos centímetros de placer puedes darme? (Lógicamente y si se entera alguna vez de lo que quiero preguntarle me dirá que la tiene grande, si se sale por la tangente, malo)
Indómito – (Pues va a ser eso, a ver qué le digo, lo mismo si le digo que cuarto y mitad le parece poco. Como no me la ve me tiraré un farol jeje) Pues suficiente para los dos Silvia (A lo mejor con esto le basta y no me hace especificar más poniendo cifras y todo)
Silvia – (Ha concretado poco, me huele a salida por la tangente) ¿Y cómo es de suficiente para los dos, Indómito?
Indómito – (Pues no le ha bastado. Ésta no perdona eh. Quiere pelos y señales. Entre catorce y dieciocho creo que estaría bien....le diré que quince, no, quince no, prefiero que sea una cifra par, creo que dieciséis estará bien) Veinte Silvia (No he podido evitarlo, para una vez que puedo alardear, total, no me la va a ver).
Silvia – ¿Veinte? (No se lo cree ni él)
Indómito – Sí Silvia, veinte, ¿Qué te parece?
Silvia – (Me parece que es mentira) Muy bien cariño, Mmmmmm...muy bien.
Indómito – (Vaya, parece ser que se la comería también) Silvia, como tú ya me has dicho que eres todo un cuerpazo pues no te pregunto, pero Silvia, ¿Cómo pongo aquí que estoy sonriendo?
Silvia – Sonreír jeje, carcajadas jajaja.
Indómito – Ah, vale, dos jes sonreír y tres jas carcajadas.
Silvia – No
Indómito – ¿No?
Silvia – No, puedes poner los jes y las jas que quieras que significan lo mismo pero más intenso.
Indómito – Ah Vale, que aquí lo que se valora es la calidad y no la cantidad. Eso es lo mejor y lo que siempre he pensado, calidad antes que cantidad (Me acaba de traicionar mi sincero subconsciente, quizás no se haya dado cuenta)
Silvia – (Le acaba de traicionar el subconsciente, de veinte nada) Bueno, no siempre.
Indómito – ¿Ah no? ¿Es mejor para vosotras la cantidad que la calidad?
Silvia – No siempre, tampoco hay que llevarlo todo a los extremos.
Indómito – (O sea que sigo sin enterarme con tanto no siempre) Bueno Silvia, pues hechas las presentaciones, tú dirás jeje.
Silvia - ¡Anda! Si ya sabes sonreír.
Indómito – Sí Silvia jeje, mis jes y yo somos así, y siempre fui un alumno aventajado.
Silvia – No me gusta tu nick, no es muy sensual que digamos.
Indómito – (¿Que no es sensual?, pues a mí sí que me lo parece) ¿No es sensual?
Silvia – Pues no, para nada
Indómito – Pues nada hija, llámame como quieras.
Silvia – Te llamaré Rubén (Que ese sí que la tenía grande y si no que se lo pregunten a su webcam)
Indómito – Vale, seré Rubén (Pues a mí no me suena como muy sensual, más bien pelín gay)
Silvia – Para no liarnos....debajo de donde estás escribiendo hay una pestaña que pone cambiar nick, pincha y cámbiatelo, luego me buscas nuevamente.
Indómito – Vale, espera, ya está.
Rubén – (¡Coño! ¿Dónde se ha metido ésta?) Silviaaaa , Silviaaaaa, (nada, que no parece, tendré que insistir en el sitio de los holas y adioses) SILVIAAAAA ¿DÓNDE ESTÁS?
Bájatealpilón39 – No lo sé.
Sandokán – Yo tampoco.
Pendóndesorejado – Yo menos.
Indómito – No os he preguntado a vosotros (Joder, están al saltillo)
Bájatealpilón39 – Ah perdona.
Sandokán – Bueno, tampoco te pongas así, perdona hombre.
Pendóndesorejado – Qué maleducado.
Privado de Succionadora
Succionadora – No grites Rubén.
Rubén – (¡Joder! y ésta quién es). ¿Cómo?, ¿Que no grite?, no estoy gritando eh.
Succionadora – Sí que lo estás haciendo cariño, estás escribiendo en mayúsculas.
Rubén – (Aquí todo el mundo te llama cariño) Ahhhh, mayúsculas = gritar
Succionadora – Sí, y adiós, me voy que estoy con un tío que está a puntito de....
Rubén – A puntito de qué Succionadora.
Succionadora – Pues de qué va a ser, de irse de varas.
Rubén – Ahhhh, vale, pues adiós Succionadora, que las succiones bien y no te atragantes eh (Que chispa tengo en este mundillo jeje)
Succionadora – Que te den Rubén (Será idiota)
Rubén – (Poco humor hay por aquí), Succionadora, que Dios no lo quiera que ya es lo que me faltaba.
Privado de Silvia
Silvia – Hola otra vez Rubén.
Rubén – ¡Silvia!, Menos mal, creí que ya no hablaríamos.
Silvia – Sí Rubén, es que fui a ponerme ropa más cómoda.
Rubén – Más cómoda eh jeje, cómo de cómoda.
Silvia – Pues mucho, estoy en salto de cama.
Rubén – Pues no saltes tanto no vaya a ser que te caigas (Que graciosillo que soy)
Silvia – Rubén, ¿Sabes lo que es un salto de cama? (qué poca gracia tiene el jodio)
Rubén – No Silvia, había entendido que estabas saltando encima de la cama.
Silvia – Y para qué voy a estar dando saltos encima de la cama...Rubén.
Rubén – Pues no lo sé Silvia, lo mismo para desentumecer músculos.
Silvia – Rubén, lo tengo todo muy desentumecido ya, y un salto de cama es estar muy, pero que muy ligera de ropa.
Rubén – (¡Ostras Pedrín!), ¿Estás casi en bolas?
Silvia – Sí, casi, y tú que llevas puesto precioso.
Rubén – Precioso Mmmmm (No debía haber puesto esto, me estoy comiendo a mí mismo)
Silvia – Dime, ¿Qué llevas puesto?
Rubén – Pues un pijama.
Silvia – No hace demasiado calor para eso. Que es verano Rubén (sólo faltaría que fuese de cuello alto).
Rubén – Sí Silvia, pero es que enseguida cojo frío. Soy de riñones irritables, y estoy al lado de la ventana (anda que si supiera que el pijamoide éste es de cuello alto).
Silvia – (De cuello alto, fijo) ¿Es muy provocador tu pijama?
Rubén – Mujer, lo que se dice provocador...provocador...no sé, para gustos hicieron colores (Mi pijama provoca menos que un cura confesando)
Silvia – Dime cómo es tu pijama Rubén Mmmmmm
Rubén – (Como le diga cómo es cierra el chiringuito y se va a dormir) Pues es..(A ver qué le cuento a ésta) Me lo compré en Indochina una vez que fui de intercambio cultural y me lo intercambiaron por el que yo llevaba. Les dejé impresionados con él. Éste que llevo puesto es el que me regalaron ya lavado y planchado en plan indochino, y es bastante scuet.
Silvia - ¿Scuet?, ¿Qué significa scuet Rubén?
Rubén – (Claro, es verdad, ésta no conoce ese argot). Perdona Silvia, significa, escueto...corto....pequeño...algo así, vamos, acogedor.
Silvia – Ahhhh, ¿Entonces vas en scuet pijama? (simpática palabreja)
Rubén – Sí Silvia, es un pantaloncillo corto transparente de fina tela almidonada, perfilado en mis ingles, y que si me desnivelo un poco se me ve un web. Arriba una blusilla transparente de tirantes en tono pensión de gavilanes, ceñido por el pecho, y más holguero por mis musculados abdominales que no me llega a tapar el ombligo. Yo soy así de arriesgado para dormir Silvia (Joder que trola)
Silvia – (Menos mal que sé que éste tiene de arriesgado lo que mi abuela, menuda pinta debe de tener) ¡Qué bien Rubén! Mmmmm. Quítatelo para mí y cuidado con el web eh.
Rubén – ¿Que me lo quite?
Silvia – Claro cariño, quítatelo Mmmmmm.
Rubén – (Ésta se lo como todo, hasta mi pijama). Me lo quitaré si es lo que quieres.
Silvia – Siiiii, quítatelo, yo ya casi estoy desnuda y muy caliente.
Rubén – Pues yo no tanto, aquí hace frío. Ya verás mi riñones, pero si hay que quitárselo por el bien común me lo quito (Esto creo que va a ser ya lo del cibersexo en sí), ¿Ya estamos con lo del cibersexo Silvia?
Silvia – Sí Rubén, a partir de ahora sólo tienes que imaginar y dejarte llevar. No pienses en nada más que en mí y en ti. Los dos juntos entregados a la pasión, aunque no nos veamos estoy convencida de que te gustará.
Rubén – Vale Silvia, pero no te aseguro nada, es la primera vez que hago esto y no sé....
Silvia – Rubén, alguna vez te habrás masturbado mirando a las tías de las revistas ¿No?
Rubén – (Anda que la preguntita también se las trae...si ella supiera lo desgastadas que las dejaba) Sí claro Silvia, como todo hijo de vecino.
Silvia – Pues la imaginación según en qué momentos nada tiene que ver con eso, ya verás.
Silvia – Déjate llevar Rubénnnn, déjate llevar, estoy desnuda Mmmmm
Rubén – (Que fácil lo dice, con lo lento que soy yo para mis cosas, y además ahora sin visión de por medio, a ver cómo coño me la imagino desnuda si no la he visto en mi vida)
Silvia – ¿Rubén?,
Rubén –.¿Siiii?
Silvia – ¿Te estás dejando llevar?
Rubén – Pues la verdad es que no mucho. Como no me lleve un huracán...es que sin verte pues como que no me centro.
Silvia –. No pienses en nada, sólo en mí y en mi cuerpo desnudo ansioso de ti Mmmmm.
Rubén – (Y dale), Espera que me ponga cómodo, a lo mejor es que estoy demasiado tenso.
Silvia – Chico, eres difícil eh, tampoco hace falta que me imagines con pelos y señales, que eso te desconcentrará. Imagina que estoy desnuda y ya está. Ponme el cuerpo de alguna amiga tuya que esté que se salga y déjate llevar....déjate llevar....déjate llevar... (Joder, parece que lo estoy hipnotizando).
Rubén – Venga, que ya creo que estoy cómodo (Ni que me estuviese hipnotizando con tanto déjate llevar) Oye Silvia, una pregunta.
Silvia – Dime Rubén, dime.
Rubén – ¿Lo de imaginar podría ser con la vecina de al lado?, es que como la amiga en cuestión no me ha dado permiso me da no sé qué, y la vecina como que me da igual. Además que también está de mírame y desfallece ante lo que observas.
Silvia – Si hijo sí, imagínate a quien quieras (Le falta un hervor, dudo que alguna vez haya ligado con alguna mujer normal ante el alarde que está demostrando conmigo)
Rubén – Gracias Silvia, ahora estoy ya más tranquilo (Jeje, ya mismo abrirá la vecina la ventana como todas las noches y no hará falta que imagine nada, lo veré desde palco Vip, está se cree que soy tonto)
Silvia – Rubennnn, ¿Estás desnudo? Mmmmmm…., Tócate amor mío....Mmmmm.
Rubén – ¿Que me toque?
Silvia – Siiiiiiiii.
Rubén – El qué.
Silvia – Pues qué va a ser, tus veinte (En teoría claro) Tócate....mastúrbate pensando en mí y dime qué sientes Mmmmmm...hoy tengo ganas de ti Rubennnn Mmmm (Coño, igualito que el título de la canción de Miguel Gallardo si quito lo de Rubennn Mmmmm).
Rubén – No puedo (De qué me suena lo de hoy tengo ganas de ti)
Silvia - ¿No puedes qué?
Rubén – Que no puedo tocarme.
Silvia – Y eso porqué ¿Eres manco o algo? (Ya lo que le faltaba).
Rubén – No, no soy manco (Joder, lo que me faltaba entonces)
Silvia - ¿Entonces?
Rubén – Pues porque no puedo tocarme y escribir a la vez. Llámame raro si quieres pero sólo tengo dos manos y una ahora mismo la tengo ocupada, y el teclado está demasiado lejos. Estoy desparramado aquí en el sillón. Silvia, o hago una cosa u otra eh. Si me masturbo no puedo decirte nada, y si te digo algo no puedo masturbarme. En fin, que me hallo ahora todo yo en un sin vivir con incierto futuro.(Estoy para una foto, parece que me haya dado un yuyu posicionado de esta manera).
Silvia – ¡Anda! Pues vas a llevar razón.
Rubén – Ves.. ves como no es tan fácil.
Silvia – Cómo podríamos hacerlo entonces.
Rubén – Pues no sé, tú eres la experta.
Silvia – Es que nunca me había pasado esto, entonces...¿Con todos los que he mantenido estas relaciones me han engañado?,
Rubén – No quiero dármelas de listillo, pero para mí que sí.
Silvia - Porque claro, cuando me decían que se estaban corriendo...a la vez escribían ¡Que me corro...Que me corro...yaaaaaaa..xopff...xopff..xopfffffff, ¡Qué bien Silvia!
Rubén – ¿Xopff Xopff Xopffff? (Qué coño será ese xopff xopff xopfffff)
Silvia – Sí Rubén, xopff xopff xopffff viene como a escenificar de alguna manera los escopetazos eyaculatorios.
Rubén – Pero eso no puede ser Silvia. No lo comprendes. Cuando uno se corre no está como para escribir y además poner admiraciones, y ya en el colmo del despropósito, lo que es imposible completamente es que en los escopetazos eyaculatorios como tú dices, esté uno como para poner los xopff xopff y todo. A propósito Silvia, entonces tú también les engañabas a ellos si decías correrte también ¿No?, (lo bueno que tiene ella es que no tiene que poner los xopff xopff y le queda un pequeño margen de disfrute).
Silvia – No.
Rubén – Ah no, ¿y eso?
Silvia – Pues porque yo tengo instalado un programa de esos de voz en el ordenador.
Rubén – (Joder que adelantos) Silvia, el caso es que estoy ligeramente subido de tono...
Silvia – Cómo podríamos hacerlo entonces, nunca he subido nada que no pudiese bajar, aunque ahora estoy en duda.
Rubén – Espera Silvia que voy a abrir la ventana que se me ha pasado el frío y hace aquí un calor del copón...¡Ayyyyyy!
Silvia - ¿Qué te ha pasado?
Rubén – ¡Ayyyy Joder!, pues que al levantarme me he pegado en la mismísima con la bandeja esa que sale para el teclado. Es que con la pértiga en posición lunera no tenía calculada la distancia y al levantarme..., (¡Anda!, ya ha abierto la vecina la ventana y ahí está también dándole que te pego al ordenador. Debe de tener también instalado un programa de esos como el de Silvia porque me parece que le está hablando al ordenador), Silvia, estoy viendo a la vecina esa de la que te hablaba antes, esa de las imaginaciones.
Silvia – Sí, que casualidad, yo también estoy viendo a mi vecino que está al lado de la ventana. Yo también la acabo de abrir y le estoy saludando con la mano, siempre cree que no le veo cuando me mira ¡Hola vecino!
Rubén – Sí que son casualidades sí, mi vecina también me está saludando. La pobre no sabe que la tengo muy, pero que muy vista ¡Hola vecina! (Joder, ya está casi en bolas, vecina le iba a dar yo).
Silvia – Rubén, probemos otra cosa.
Rubén – Qué cosa Silvia.
Silvia – Inventémonos una historia entre los dos.
Rubén – ¿Una historia?
Silvia – Sí una historia, verás qué bien lo pasamos Mmmmm.
Rubén – Vale, como quieras, aunque yo para eso de las historias soy bastante soso eh.
Silvia – Ya verás como no, empieza tú Rubén.
Rubén – Las damas primero.
Silvia - Ok, empezaré yo, A ver.....Rubén, imagina que subo en un ascensor y estás tú dentro solo.
Rubén – ¿Solo?
Silvia – Sí, solo.
Rubén – (Vale, estoy yo solo y tú entras).
Silvia - ¡Hola!
Rubén - ¡Hola! ¿Qué tal?
Silvia – Pues muy bien.
Rubén – Eso ya lo veo.
Silvia – Cómo dices
Rubén – Que salta a la vista que estás bien - (Silvia, es que llevas un vestido minifaldero muy ajustado)
Silvia – (Ah que voy en mini, vale de acuerdo) – Gracias
Rubén - ¿A qué piso vas?
Silvia – Voy al sexto.
Rubén – (No puede ser Silvia)
Silvia – (Cómo que no puede ser Rubén).
Rubén – (Pues no Silvia, este edificio sólo tiene cinco pisos)
Silvia – (Rubén, tampoco seas tan detallista eh, qué más da que tenga cinco o seis)
Rubén - (No da igual Silvia, o elaboramos bien la historia o se nos puede ir de las manos, cuanto más real mejor)
Silvia – (Bueno vale Rubén, retomemos la historia)
Rubén – (Venga vale Silvia, lo dejamos en el piso al que ibas) - ¿A qué piso vas? –
Silvia – (Rubén, ¿Tenemos ático también?, es para asegurarme).
Rubén – (Sí que hay, pero hasta allí no llega el ascensor).
Silvia – (Vale, pues continuamos) - Voy al quinto
Rubén – Yo al tercero, te acompañaré entonces.
Silvia – (Rubén, pues claro que me tendrás que acompañar, vamos en un ascensor) - Pues que bien, así no me sentiré tan sola ante tan largo viaje
Rubén – (Silvia, noto cierto aire de recochineo por tu parte eh) - Seguro que a mi lado no te ocurrirá nada encanto
Silvia – (Rubén, dijiste que lo más real posible, ¿No te acuerdas ya?, y eso es lo que precisamente diría) - Seguro, seguro que no
Rubén – (Silvia, voy a sacar conversación eh)
Silvia – (Vale Rubén)
Rubén – ¿Vienes mucho por aquí?
Silvia – Pues sí, cada vez que subo en el ascensor.
Rubén – Ah, y eso cuánto de mucho es.
Silvia – Pues todos los días.
Rubén - ¡Anda!, igual que yo, yo es que vivo aquí.
Silvia – Yo también.
Rubén – Y en qué piso vives.
Silvia – Pues en el quinto, me preguntaste que a qué piso iba y te dije que al quinto.
Rubén – Ah es verdad, es que estoy deslumbrado ante tu belleza y se me había olvidado - (¿Voy bien Silvia?)
Silvia – (Sí Rubén, no vas mal del todo, pero estamos parados, pulsa a mi piso)
Rubén – (Pulso al quinto y el ascensor asciende que para eso está)
Silvia - ¡Uf, qué calor que hace!
Rubén – Sí que hace calor sí, se habrá estropeado el aire acondicionado.
Silvia – Sí, será eso.
Rubén – Ya estamos llegando a tu piso.
Silvia – A qué piso ibas tú.
Rubén – Al quinto también.
Silvia – En el quinto sólo vivo yo.
Rubén – ¿Dije el quinto?
Silvia – Sí, eso dijiste
Rubén – ¡En qué estaría pensando para decir eso...!, vivo en el tercero - (Que sí sé en lo que estaba pensando eh Silvia)
Silvia – Pues te lo has pasado - (Ya lo sé Rubén, no tienes que aclarármelo todo, se supone que todo ocurre de una manera natural)
Rubén - ¡Vamos, vamos, que despiste el mío! - (Silvia, que ha sido aposta eh jeje)
Silvia – (Rubén, ya lo sé, no soy tonta y no aclares nada más, que pareces el telediario) - ¿Y entonces? –
Rubén – Entonces nada preciosa, luego bajo.
Silvia – Ah
Rubén – (Silvia, no quiero aclarar nada, es que no se me ocurre que más decirte y este ascensor sube que se las pela) - Ejemm. Ejemm –
Silvia – (Rubén, ¿Y si lo paramos para darnos tiempo?)
Rubén – (Bien Silvia, buena idea, pero mejor que tenga una avería ¿Vale?)
Silvia – (Vale Rubén, se acaba de parar el ascensor y me asusto) - Se ha parado el ascensor ¡Qué miedo tengo! -.
Rubén – Vaya mala suerte ¿Eh?, pero no tengas miedo ni te asustes que llamo a emergencias ahora mismo para que vengan a arreglarlo.
Silvia – Menos mal que estás aquí y no estoy sola - (Rubén, no crees que es mejor que no llames a nadie si tu intención es tomarme sin contemplaciones)
Rubén – (Que mal pensada que sois las mujeres eh).
Silvia – (Ah, que entonces no quieres cepillarme)
Rubén – (Claro que quiero, pero en la realidad actuaría así y tampoco quiero que te resulte tan evidente)
Silvia – (Bueno, bueno, pues llama a emergencias si es lo que quieres)
Rubén – ¡Emergencias de ascensores!, sí, mire, es que no hemos quedado encerrados. Se ha parado el ascensor, ¿Qué dónde?, Joder, pues creo que entre dos pisos, ¿Que entre cuáles?, pues creo que entre el cuarto y el quinto, ¿En qué dirección estamos?
Silvia – (Rubén, toc toc, para ya, dejémoslo en que vendrán, tenemos que darnos prisa)
Rubén – (Vale Silvia, pero no sabes lo pesado que era el tío con tanta pregunta)
Silvia – ¡Qué calor que hace!, me estoy derritiendo - (Rubén que te lo estoy poniendo a huevo eh. Sólo me falta lanzarme a tus brazos)
Rubén – Sí que hace mucho calor y el de emergencias sin venir - (Silvia, te estoy mirando con ojos de deseo, no dejo de observar tus piernas y tu escote)
Silvia – (Ya me he dado cuenta Rubén, pero me hago la despistada. Yo también te estoy empezando a mirar con ojos de deseo)
Rubén – (Silvia, podías aligerarte un poco de ropa)
Silvia - (Rubén, hijo mío, que acabamos de conocernos. Cómo voy a despelotarme a las primeras de cambio ante un desconocido, tendrás que trabajarlo un poco más)
Rubén – Voy a llamar a casa para decirles que no me esperen a cenar
Silvia – (Rubén, ¿Qué haces?)
Rubén – (Pues llamar a casa que se preocuparán si llego tarde)
Silvia - (Rubén, vamos a ver, ¿No crees que sería mejor que nadie lo supiese y menos tu familia?, haz el favor y desconecta el dichoso móvil, que te recuerdo que tu casa está aquí debajo y no puedes decir que estás en el ascensor encerrado)
Rubén - ¡(Anda, pues es verdad. Silvia el sudor está comenzando a mojar tu blusa y se empiezan a entrever tus pechos)
Silvia – (Vaya, que descuido por mi parte, ¡ya lo sé!, de eso se trata, de que te excites mirándome)
Rubén – (Sólo quería informarte por si acaso)
Silvia – (Pongámoslo más fácil aún, ¡Joder Rubén!, que va a parecer que soy una pilingui. Digamos que le tengo fobia a los ascensores y me estoy asustando, estoy empezando a temblar)
Rubén – Estás temblando - (A propósito cómo te llamas, no nos hemos presentado)
Silvia – Silvia, Rubén, me llamo Silvia, (¿Podrías por favor dejarte de tanta parafernalia y estar en lo que hay que estar?)
Rubén – Encantado Silvia, yo me llamo Rubén - (Ves, ahora ya es otra cosa). Estás temblando Silvia.
Silvia – Sí Rubén, me da miedo está situación y necesito que me abracen.
Rubén – ¿Sí quieres te puedo abrazar yo? - (Silvia es para ir sobre seguro y no llevarme un chasco ante futuras aproximaciones)
Silvia – Sí por favor, que tengo mucho miedo - (Rubén hijo, que estamos solos, ya me dirás sino me abrazas tú quién lo va a hacer)
Rubén – (Silvia, me acerco y te abrazo mirándote fijamente a los ojos).
Silvia – (Me siento muy a gusto entre tus brazos y como me inventé lo del miedo te dejaré hacer). Me gustaste nada más verte en el ascensor.
Rubén – Y tú a mí Silvia y tú a mí - (Joder Silvia que me estoy poniendo cariñoso y todo, es como si realmente estuviera contigo en el ascensor).
Silvia – (Ya te lo dije)
Rubén – (Silvia, deseo con toda mi alma besarte, entrar en ti, poseerte)
Silvia – (Bésame Rubén, bésame apasionadamente, recorre mi cuerpo con tus manos suavemente. Mi entrepierna te está esperando ansiosamente, húndete, bucea en ella...Mmmmmm)
Rubén – (Si, Silvia sí Mmmmmm, ahí me tienes entre tus piernas, ¿Qué quieres que te haga?, pídeme lo que quieras Mmmmm)
Silvia – (Recorre todo mi sexo con tu lengua hasta el fondo cariño, hasta el fondo Mmmm...qué placer por Dios)
Rubén – (Esto es la gloria Silvia, estar aquí entre tus piernas es lo mejor que me ha pasado nunca. Quiero que disfrutes como nunca. Que me sientas como si realmente estuviese ahí)
Silvia – (Estás aquí cariño, estás aquí. No sabes cómo te estoy sintiendo...Mmmmm...Hazme el amor Rubén...Hazme el amor. No puedo aguantarlo más. Quiero sentir tu carne dentro de mí)
Rubén – (Siiiiii, amor mío, sí, toda para ti Mmmmmm)
Silvia – (Me estoy corriendo Rubén, que me voy..... que me voy...Mmmmmmmmmmm, me fui cariño Mmmmmmm, me fuiiiiiii Mmmmmmmmmm).
Rubén – (Silvia Mmmmmm yo también estoy casi a punto de irme...Mmmmmm, ¿Silvia? ¿Silvia?¿Silvia?)
Querido diario sexual, hasta aquí llegué. Irme sí que me fui, eso no voy a negarlo, pero qué triste y cabizbaja fue mi partida. Ni un xopfff pude poner o pensar ponerlo. De repente apareció en la pantalla del ordenador un mensaje que decía que los Usuarios Silvia y Rubén habían sido desconectados por superar el flood permitido o algo así, ¡Manda cojones eh!, es que ni así. A ver qué narices era eso del flood como para haberme dejado así casi en el final de la película. Creo que a mi vecina le ocurrió algo parecido porque los dos dejamos al mismo tiempo de utilizar el ordenador. De hecho nos asomamos ambos a nuestras respectivas ventanas y nos volvimos a saludar. Sí que es cierto que a ella se la notaba bastante más alegre que a mí, pero lo peor no es eso, no, lo peor fue que ya se había vestido, y no pude finalizar mi solitaria faena en penumbra observando su exuberante desnudez como otras veces. Tampoco ya pude entrar al cibersexo y reencontrarme con Silvia, ¿Qué habrá sido de ella?
Querido diario sexual, tan traumatizado me ha dejado esta experiencia que dudo mucho que pueda recuperarme alguna vez.
Tras todo esto que te he contado, he llegado a la convicción de que el culpable de todo eres tú. Tú tienes la culpa de todo, que eres un gafe. Antes de comprarte tampoco vamos a decir que estuviera día sí y día también esgrimiendo armas y dándole que te pego, pero vamos, que de lo de antes a lo de ahora media un abismo eh. Mejor me hubiese ido si en vez de comprarte a ti hubiese adquirido un bloc de anillas o un cuaderno cuadriculado. Que eras el eslabón perdido y precisamente tuve que encontrarte yo, también tiene guasa la cosa. ¿Así que sabes que te digo querido diario de los webs? ¿No?, ¿Que no tienes ni idea?, pues yo sí que la tengo. Te voy a enviar por Seur a Alaska a ver si con el fresquito de allí te espabilas. Ojalá algún enorme oso polar te encuentre y dé buena cuenta de ti, o mejor aún, que te encuentre algún esquimal flojo de intestinos y te utilice para limpiarse el culo que es para lo único que vales. Has sido mi ruina sexual. Has sido el anticristo para mis emociones sexuales. Has sido la profecía que nunca se cumplió. Pero no te preocupes que no te vas a ir solo, noooo, en el mismo pack te acompañará tu hermano pequeño porque total para las gilipolleces que pongo en él tampoco merece la pena perder mi aburrido tiempo.
¡Ale!, que os den a los dos y no me escribáis diciéndome que habéis llegado bien, que eso me importa un huevo.
Adiós, Querido diario sexual, Adiós.
Pdta. Tu deuda Kármica me la trae más bien floja. Ojalá te reencarnes en un tebeo de Mortadelo Y Filemón.
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